domingo, 14 de mayo de 2017


Pesadilla y ko de Ferino en Birgmingham
El púgil teldense fue abatido en el décimo asalto por Sam Eggingto





Momento de la pelea celebrada este sábado entre Eggington y Ferino V (Foto Rubens Oliva)


TELDEACTUALIDAD

Telde.- Ferino V besó la lona anoche en el décimo asalto ante Sam Eggington y dijo adiós a su cinturón de la European Boxing Union (EBU) y a la posibilidad de lograr el título del Consejo Mundial. Fue un correctivo absoluto e inédito en la carrera del teldense, que sufrió en sus carnes su primer ko.



Según publica Canarias7 en crónica en Ignacio S. Acedo, el púgil teldense vivió una pesadilla en el ring del Barclaycard Arena de Birgmingham (Inglaterra). Tal y como era su deseo, el pleito terminó antes del límite, pero con el desenlace más doloroso y adverso. Tras nueve asaltos parejos en los que Eggington dominó la situación y desgastó a Ferino, llegó el momento culminante. El púgil británico logró arrinconar a un Ferino ya muy castigado, que recibió varias manos potentes y limpias (en el octavo round rondó el ko), y conectó cuatro impactos directos al rostro del isleño, con la secuencia derecha-izquierda-derecha-izquierda siendo el último a la sien y fulminante en la estabilidad de su adversario.



El ko tuvo secuencias dramáticas, con Ferino tumbado boca arriba y la mirada perdida, sin fuerzas para levantarse y concitando a su alrededor a Gabi Sarmiento y el resto del equipo técnico que le asistía. Tardó un par de minutos en incorporarse en una imagen inédita en su carrera y luego de recibir un castigo brutal por parte del inglés, quien terminó imponiendo su condición física y desgastando, implacable, a un oponente que terminó a sus pies.



Las referencias que se tenían de Eggington hablaban de un estilista impetuoso, que buscaría potenciar su buen juego de piernas y eléctrica combinación de manos. Y con el ambiente a favor y un Ferino que jamás se acopló a las singularidades del duelo, el ídolo local evidenció más recursos y siempre tuvo la pelea en los parámetros que le beneficiaban. Además, El Salvaje aderezó su exhibición con una madurez impropia a sus 23 años. Le sobraron dos asaltos y bien pudieron ser más, aunque el orgullo de Ferino, que aguantó contra pronóstico, dilató el desenlace.



Al final, y tras el susto derivado de la izquierda tremenda que le metió Eggington a Ferino, reinó la normalidad y el grancanario pudo reponerse y felicitar al justo vencedor de una pelea en la que nunca tuvo opciones.



Hoy tiene previsto su regreso a casa y abre un tiempo de meditaciones acerca del futuro que afronta y de los desafíos que se propone. «Volverá», decían anoche desde su entorno.

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