lunes, 24 de octubre de 2016

El oficial David Hatchuell, Medalla de Plata de Cruz Roja Española

Lun, oct 24, 2016 | DESTACADO PRIMERA PLANA | ONDAGUANCHE
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La Asamblea Nacional de la Cruz Roja Española distinguió el pasado viernes, día 21 de octubre con la Medalla de Plata de la benemérita institución al querido amigo y compañero, David Hatchuell, en una multitudinaria gala de honor en la Sede del Paraninfo de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
El reconocimiento nacional de Cruz Roja a David Hatchuell con la Medalla de Plata y la insignia de Cruz Roja viene avalado por su destacada labor social y humanitaria en la institución, desde la Asamblea Provincial en Las Palmas de Gran Canaria así como en Telde y en Santa Lucia donde fue el fundador de la primera Asamblea Local en el sur de la isla.
Conviene recordar que la Cruz Roja en Telde  durante décadas cubrió sus servicios en el municipio de forma totalmente altruista. David Hatchuell, veterano, prestigioso y popular periodista, fue el impulsor de la Cruz Roja de Telde, tras la fundación de la institución en 1978 a cargo del abogado teldense Juan Marrero Rocha, junto conPaco Artiles, Joaquín Franco, Benjamín Suárez y Manuel Ramón Santana, entre otros, que luego se agruparían en el Grupo Juvenil Ruta I.

Hatchuell, en su categoría de alférez, se hizo cargo de la benemérita institución en Telde, tras su designación desde la Asamblea Provincial de Las Palmas, cuyo presidente era el desaparecido doctor Juan Francisco Apolinario Navarro, y desde la Brigada de Tropas, mandada entonces por el actual jefe provincial de Cruz Roja, Juan Lorenzo Campos Pineda. Previamente, la trayectoria de David Hatchuell en la Brigada Central de la Cruz Roja de la capital grancanaria, como oficial jefe de la Sección de Transmisiones, fue impecable y muy valorada por toda la superioridad.
Los comienzos de Hatchuell en Telde fueron muy duros y difíciles. La sede era un habitáculo de escasas dimensiones, situado en la calle Jose Arencibia Gil, junto a la casa cuartel de la Guardia Civil, “cuya sede se hizo pequeña a los pocos días, trasladándonos a unas amplias y magnificas instalaciones situadas en la planta alta del Polideportivo Municipal Paco Artiles, lo que constituyó un impulso definitivo para el futuro inmediato de la Cruz Roja en la ciudad”.
David Hatchuell, tras su ascenso en Telde a la categoría de capitán (oficial primero) dejó la Cruz Roja de Telde, a petición de la Asamblea Provincial, para fundar o crear la Cruz Roja en Santa Lucía de Tirajana, cuyo puesto se ubicó en el Cruce de Sardina, a cuyo municipio se trasladaron, junto al oficial Hatchuell, un elevado número de sanitarios de Telde.
Entonces David dejó nada menos que 87 voluntarios, entre chicos y chicas, además de los primeros soldados del Ejército de Tierra que realizaban su servicio militar en la Cruz Roja y que fueron destinados a Telde. Unos y otros prestaban un brillante servicio de salvamento y socorrismo en las playas del litoral teldense, donde Hatchuell montó los puestos estáticos de Melenara primero y luego en La Garita, así como otros puestos móviles en el resto de las playas.
Asimismo, realizaban importantes servicios sanitarios en los numerosos eventos sociales, culturales, religiosos y deportivos del municipio. Todo ellos de forma totalmente desinteresada. Jamás cobró la Cruz Roja un solo duro (por entonces la moneda era la peseta) por ningún servicio.
“Nunca dependimos de ningún político y los medios económicos los conseguíamos con aportaciones voluntarias de socios, de las recaudaciones de la tradicional Fiesta de la Banderita y del sorteo del oro. Y algo importantísimo a destacar y a agradecer, varios supermercados, panaderías, pastelerias y restaurantes, entre otros establecimientos teldenses, nos surtían gratuitamente de víveres, pan, agua, refrescos, café, para el avituallamiento de los voluntarios en los diferentes puestos. Era un verdadero orgullo y un extraordinario gesto de los comerciantes de Telde. Incluso algunos comercios de muebles de San Gregorio nos donaron todo el mobiliario para dotar completamente el puesto (mesas, sillas, camas…), que yo agradecía siempre, públicamente, a través del programa Antena Abierta, que por entonces dirigía y presentaba en la emisora decana E.A.J. 50 Radio Las Palmas de la Cadena SER”, nos recuerda emocionado, David Hatchuell.
“La primera ambulancia nos la donaron los Leones. Posteriormente, Francisco Martel Pérez, propietario del desaparecido y populoso supermercado Martel ( Paco Martel fué el primer presidente de la Asamblea local de Cruz Roja en Santa Lucia) de la barriada de Yeoward, en Vecindario, nos regaló un vehículo, que lo usábamos para transportar a los voluntarios a sus puestos respectivos. Luego nos regalaron un coche Peugeot de segunda mano, para el traslado de los mandos”, agrega en su relato.
Por su parte, el Ayuntamiento de Telde, apunta, “nos pagaba entonces el combustible de los vehículos, aunque en honor a la verdad tengo que decir que el alcalde Paco Santiago se volcó con nosotros, no económicamente (tampoco nosotros le pedíamos dinero), pero sí con la construcción –en primer lugar- del puesto principal, en la planta alta del citado Polideportivo Municipal Paco Artiles (frente a las casas de Aviación y del Palacio de Justicia) y posteriormente con la también construcción de los puestos de las playas de Melenara y de La Garita”.
“Recuerdo que entonces el ya alcalde Paco Santiago me dijo varias veces que se sentía orgulloso de la magnifica labor desinteresada que realizaba la Cruz Roja en todo el municipio. Nos felicitó en reiteradas ocasiones y, en honor a la verdad, conservo de él muy buenos recuerdos de mi etapa como oficial jefe de la Cruz Roja en Telde, además de una gratitud profunda”, apunta el hoy veterano periodista, David Hatchuell.
Agrega que “cuando un día le dije al alcalde que la ciudad merecía que la Cruz Roja avanzara con el mismo impulso que Telde, me demostró, no solamente una gran calidad humana, sino una extraordinaria capacidad de gestión, ya que en unos días, así de increíble, consiguió hacer realidad nuestro sueño. Me mandó a varios técnicos y operarios, que trabajaron intensivamente, incluso sábados y domingos, y en un tiempo absolutamente record, dispusimos de nuestras amplias, cómodas y modernas instalaciones en el mencionado Polideportivo Municipal, del que guardo uno de los mayores recuerdos de mi vida. Allí me sentí muy arropado y querido por sanitarios y sanitarias cruzrojistas, que jamás puedo olvidar”.
David Hatchuell siempre defendió e inculcó a las siguientes generaciones el valor del servicio, evocando los principios de voluntariedad y gratuidad del fundador de la benemérita institución.
“Hoy puedo asegurar que hace algo más de una veintena de años cubríamos quizás muchos más servicios en Telde y sin apoyos económicos municipales, que los que probablemente se puedan prestar en la actualidad. Y esto lo digo sin ánimos por polemizar, ni de ofender a nadie. Es más, se ha cerrado incomprensiblemente el puesto de la playa de La Garita, lo que supone una triste noticia para la Cruz Roja y para la gran ciudad”, subrayó, Hatchuell.
”A mis gentes siempre les inculqué los principios del fundador de esta institución, Henri Dunant, o sea, el carácter de rigurosa voluntariedad, benevolencia, desinterés y espíritu de sacrificio. Y esa máxima se mantuvo durante todo mi mandato. Pero, a partir de la llegada de mi sucesor, un empresario teldense de San Gregorio, la Cruz Roja ya se convirtió en otra cosa, en una ONG con conductores y otro personal trabajando a sueldos. Ese nunca fue el espíritu de la institución y mucho menos lo que predicaba Henri Dunant y el tan querido y siempre recordado doctor grancanario Juan Francisco Apolinario Navarro, a quién le debió su importante cargo Juan Manuel Suárez del Toro, el cual creo que no ha seguido, precisamente, esa ejemplar doctrina. En definitiva, no se ha predicado con el ejemplo” remarca en un tono crítico.
JAVIER SENENT: “ME IMPRESIONÓ LA TRAYECTORIA SOCIAL Y HUMANA EN CRUZ ROJA DE DAVID HATCHUELL”
La entrega de las medallas de oro, plata, bronce y constancia, además de los diplomas de honor y de las medallas de oro y plata del Día de la Banderita, que Cruz Roja en Canarias concede cada año a entidades, personas particulares o responsables de organismos públicos, así como a miembros de la Institución (voluntariado y socios) que se han distinguido por su labor en favor de Cruz Roja Española en una concurrida y emotiva gala que fue presidida por Javier Senent García.
El presidente nacional de Cruz Roja Española, el guadalajareño Javier Senent le confesó al presidente regional de la benemérita institución Gerardo Mesa Noda que cuando recibió el currículo de David Hatchuell avalando su nominación para recibir la alta distinción de Cruz Roja se quedó impresionado con la amplia trayectoria y méritos del candidato, dando instrucciones a su gabinete de incluirle en la lista de nominados.
Hay que destacar la entrega de medalla de oro que se otorgó a la Obra Social de Acogida y Desarrollo, por la importante labor que viene desarrollando a favor de las personas en situación de pobreza y exclusión social, contribuyendo a la mejora de la calidad de vida de estas personas, llegando a ser un referente en la sociedad canaria para los más desfavorecidos.
También recibieron esta distinción, a título póstumo, Francisco José Suárez del Toro Rivero, vinculado a Cruz Roja Española durante más de 40 años, desempeñando diversas responsabilidades que contribuyeron al crecimiento de Cruz Roja de la Juventud y de la propia Institución, (Francisco José Q.E.P.D es el padre de Juan Manuel Suárez del Toro que fuera presidente mundial de la Cruz Roja y la Media Luna Roja).
Manuel Ramón Santana

Escucha pulsando sobre este enlace a David Hatchuell: “En Cruz Roja me llamaban, “el oficial Yeyé

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