lunes, 29 de febrero de 2016

Ojeda lamenta la actitud "pueblerina" de los directivos disconformes con su gestión al frente de El Casino

Ojeda lamenta la actitud El presidente de la entidad sanjuanera aclara en una carta remitida a TA que los acuerdos de su equipo se toman de forma democrática

Claudio Ojeda, presidente de El Casino de Telde (Foto TA)
TELDEACTUALIDAD
Telde.- Con el título Casino La Unión de Telde, una responsabilidad compartida, el presidente de esta entidad, Claudio Ojeda, sale al paso de las desavenencias evidenciadas públicamente por cuatro directivos que le acusan de dirigir la sociedad bajo el “ordeno y mando”. Ojeda, en una carta remitida a TA, aclara que las decisiones de su equipo se toman de forma democrática, por lo que el “comportamiento pueblerino” de estos directivos que han anunciado su dimisión. TA ofrece la carta de Ojeda.

Casino La Unión de Telde, una responsabilidad compartida
Por Claudio Ojeda González

El Casino de Telde es una institución privada que, salvo las aportaciones puntuales del Cabildo de Gran Canaria destinadas al  mantenimiento del edificio, no recibe ninguna ayuda pública, manteniéndose por la cuota de sus socios.

La dirección de esta Sociedad Cultural y Recreativa se decide cada dos años por medio de elecciones, y sus cargos desempeñan su la labor de forma voluntaria y gratuita.

Seguramente que para la mayoría de los lectores de este medio, este preámbulo resulte innecesario por su obviedad. Aun así, me parece obligado dada las desavenencias manifestadas por un grupo minoritario de la Junta y difundidas recientemente en TELDEACTUALIDAD.

No es, desafortunadamente, la primera vez que esto ocurre sino que, más al contrario, parece que El Casino La Unión se contradiga en la intención de su nombre. Siempre se ha dicho que "pueblo pequeño, infierno grande", pero hace mucho tiempo que Telde dejó de ser un pueblo pequeño, aunque muchos se empeñen en comportarse de forma pueblerina. No se entiende si no, el comportamiento de estos miembros de la actual Junta Directiva.

Hace poco menos de un año que decidí asumir la responsabilidad de Presidente del Casino y desde entonces todas las decisiones se toman democráticamente por mayoría y generalmente por unanimidad.

Hemos tenido que tomar decisiones difíciles ante la imposibilidad de conciliar argumentos y posturas que se hacían inviables dentro de la propia Junta y recurriendo a acuerdos pactados pero, lamentablemente, se repiten las mismas circunstancias aunque se han hecho todos los esfuerzos por renovar parte la Junta con las mejores intenciones.

Los que me conocen saben bien que nunca he sido de los que tira fácilmente la toalla, por lo que tampoco ahora lo voy a hacer y, mientras cuente con una mayoría suficiente que me respalde, resistiré a los incomprensibles embates de quién, posiblemente, vaya más en busca de notoriedad que de los intereses del Casino, protagonismo ese que, por mi edad y recorrido, no es en ningún caso mi intención.

En el corto plazo de menos de un año, hemos resuelto de forma eficaz el grave problema del arrendamiento de la cantina, pasando de su explotación gratuita a conseguir un alquiler de mil euros en el nuevo contrato, cantidad que vienen a apuntalar la frágil economía de nuestra entidad.

Tampoco nos ha temblado el pulso para, después de aceptar la propuesta del siguiente inquilino y tras resultar deficiente, volver a abrir un nuevo concurso y darle la oportunidad a una nueva empresa arrendataria, siempre con las mismas condiciones de seis meses de prueba y, una vez superados, un contrato de dos años, que es el tiempo que dura nuestra responsabilidad como Junta Directiva, para no dejar así el mismo problema que encontramos al llegar para la próxima Junta.

Las dificultades económicas que ya fueron afrontadas por la Junta Directiva anterior, las hemos seguido subsanando durante este tiempo hasta compensar este capítulo con eficacia.

Estamos consiguiendo ser también un modelo de gestión para otras asociaciones similares y, entre otros resultados, hemos recibido la propuesta de hermanamiento con el Círculo Mercantil de Las Palmas de Gran Canaria así como de nuestros queridos vecinos de la Sociedad La Fraternidad de Telde.

Con respecto al programa cultural y recreativo, me gustaría también manifestar que nuestra intención es la de priorizar todo lo que suponga un beneficio para nuestros socios. No pretendemos suplantar ni emular a ninguna institución pública puesto que ese no es nuestro cometido.

Los actos que se realicen en El Casino deben estar pensados para sus socios sin que en ningún momento supongan una incomodidad para el desarrollo de su actividad cotidiana.

Es preferible una labor moderada y de calidad que un acto multitudinario que venga a distorsionar el tranquilo devenir de nuestra convivencia como asociación privada.

Agradeceré la opinión y los comentarios en ambos sentidos de quién quiera manifestarlos, siempre que vengan con nombre y apellido, y no así de los que se escondan bajo la impunidad del anonimato. 
Claudio Ojeda González es presidente de El Casino La Unión.

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