viernes, 2 de octubre de 2015

"Punto de encuentro, de paseos que alimentan el alma"


El pediatra y compositor Heriberto Zerpa ensalza los valores patrimoniales de San Francisco en el pregón de sus fiestas





TELDEACTUALIDAD
Telde.- El pediatra y cantautor Heriberto Zerpa Falcón resaltó esta noche en el pregón de las fiestas de San Francisco que este núcleo histórico de la ciudad de Telde, del que recordó su valor patrimonial, “es punto de encuentro, de paseos que alimentan el alma”. TA avanza el pregón íntegro de Zerpa.


El pregonero quiso poner en valor que este barrio, “fiel testigo de algún que otro amorío durante mi juventud”,  ha tenido una estrecha relación con “el pensamiento y la intelectualidad” al acoger sus calles tertulias literarias en las que se daban cita “jóvenes inquietos, poetas, políticos, músicos, pintores y otras entidades socio-culturales” de Telde.

Zerpa aprovechó el pregón para tener unas palabras de recuerdo para el músico y compositor Juan José Falcón Sanabria y finalizó su intervención interpretando una vieja canción dedicada al barrio de San Francisco de Telde, compuesta por su amigo el desaparecido Francisco (Paco) “En ella puso todo su cariño y en su día fue interpretada por el grupo Los Garapachos hace más una treintena de años”.

El evento congregó en la iglesia de San Francisco a un buen número de vecinos del lugar y amigos del pregonero, al que acompañaban en la mesa presidencial la alcaldesa Carmen Hernández, los ediles de Festejos y Cultura, Juan Martel y Guadalupe Santana, y Susana Castro, componente de la comisión organizadora de las fiestas.

Tras el pregón actuaría la coral Ainur, integrada por miembros de la Coral Polifónica de Las Palmas.

Pregón de las fiestas de San Francisco 2015
Por Heriberto Zerpa Falcón
Excelentísimas autoridades de M.I. Ayuntamiento de la Ciudad de Telde,  Sr. Cura Párroco de la Basílica de San Juan Bautista, Ilustrísimo Cronista Oficial de la Ciudad de Telde, queridos vecinos del Barrio de San Francisco, queridos niños, Señoras y Señores.

Pregonar las fiestas de un barrio es relativamente fácil, pero hacer el pregón de las fiestas del Barrio de San Francisco de Telde supone un gran honor y alto compromiso.
No sólo por lo que representa su riqueza histórico-­‐artística, sino por la gran dificultad para lograr el alto nivel que han puesto anteriores pregoneros y que ustedes, los vecinos de este hermoso barrio, se merecen.

Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a la corporación municipal del M. I. Ayuntamiento de Telde, en particular a Doña  Guadalupe Santana Suárez concejala del área de Cultura, que ha tenido la iniciativa para que mi persona les ofrezca este año el pregón de estas fiestas.

También deseo manifestarles que, aunque no he vivido en este barrio, es cierto que muchos momentos de mi vida han tenido relación con sus calles  y plazas, con sus gentes y con sus fiestas.

Aquí he logrado infinidad de amigos, sobre todo a raíz de crearse el grupo-murga “Los Garapachos”, que dirigido por Francisco Falcón Cabrera, dio fama a los carnavales de Telde y colaboró con las fiestas de San Francisco en varias ocasiones.

Desde muy pequeño recuerdo comenzar los cursos escolares con la fiesta de San Francisco. Esta fiesta nos avisaba, como a todos los niños del municipio de Telde, el final de las vacaciones estivales y nos invitaba a cargar las pilas en la apertura del nuevo curso.

También, el paso por la calle Altozano, donde se encontraba el cuartel de la Guardia civil me imponía mucho respeto. Este cuerpo se mantuvo en el barrio durante sesenta años, ofreciendo servicios como genuina policía rural, persecución del delito y defensa del orden público en el sureste grancanario. El canto de los gallos te daban la bienvenida al barrio, si entrabas por las cuatro esquinas, donde se encontraba la gallera de San Juan. Sonido que me traían recuerdos de grandes aficionados a los gallos, como mi abuelo Juan, mi tío Antonio y mi tío Paco.

El barrio de San Francisco ha sido fiel testigo de algún que otro amorío durante mi juventud y desde que logré una plaza de Médico Pediatra en el antiguo Ambulatorio de Telde, comencé a revivir este querido barrio a través de sus  gentes, sus familias y sus niños.

Por todos es sabido que la historia de nuestro municipio no se concibe sin contar con este pequeño gran barrio, antiguamente denominado Altozano de Santa María de la Antigua, fundado en las postrimerías de siglo XV, y que nace con el enclave de una remota ermita. Este lugar fue asentamiento de campesinos, jornaleros y artesanos, dando lugar a un entramado urbano de calles estrechas y laberínticas, a modo de “Albaicín Canario”, heredado de las construcciones de la Baja Andalucía.

Asimismo, es obvio su relación con la historia prehispánica de Canarias, pues desde este altozano se divisan, bordeando la ribera del barranco Real, los poblados de Cendro y Tara, que junto al complejo San Juan y San Francisco formaron los tres grandes núcleos de la población aborigen de Telde.

Durante los primeros meses del año 1610, con motivo de la llegada de la primera comunidad franciscana a Telde, es cuando verdaderamente el Altozano de Santa María de la Antigua y su pequeña ermita, sufren una gran transformación, creándose rápidamente un gran templo conventual en la zona.

Desde que ocurre este histórico asentamiento, la comunidad franciscana impartirá la doctrina de su fundador, cambiará el nombre del barrio y cultivará las tierras para su propio abastecimiento, así como para alimentar a los llamados “pobres de solemnidad”. También, ayudará a la población con sus plegarias ante plagas y epidemias, y creará la cofradía de Nuestra Señora de la Soledad, organizadora de las impresionantes procesiones del Viernes Santo.

En definitiva, el barrio de San Francisco de Telde será un lugar de referencia cultural para la sociedad teldense, con importantes movimientos religiosos, artísticos, filosóficos y científicos del momento. Hoy día San Francisco de Telde nos ofrece diferentes rincones que enriquecen el patrimonio ornamental del barrio, como la Casa de los Sall, el Acueducto del siglo XIX, la Casa Betania y el “Calvarito”, pequeña ermita ubicada frente a la Iglesia en la misma Plaza de Los Romeros.

En mis viajes por los diferentes rincones de nuestro planeta visité la región italiana de Perugia, donde es obligado conocer la ciudad de Assisi, cuna de San Francisco. Es una región muy paisajista, donde el verdor de los campos se amalgama con los cipreses que emergen de la misma piedra. Estas cualidades de la madre naturaleza se trasladaron al barrio de San Francisco de Telde, caracterizado por su silencio y gran ambiente de paz, donde sus calles empedradas se funden con blancas paredes adornadas con buganvillas multicolores.

El barrio de San Francisco de Telde no es solo “San Francisco” ni su vínculo con la importante historia de las Islas Canarias, que tiene al municipio de Telde como la primera Sede Episcopal de nuestro archipiélago. Son sus angostas calles empedradas, sus casitas con cubiertas de tejados a dos aguas, sus huertas, sus muros y sus cruces ( da la impresión que el mismo San Francisco, creador del famoso belén de Navidad, transmitiera a los frailes del convento la permanencia de un eterno nacimiento en este precioso barrio).

Es punto de encuentro, de paseos que alimentan el alma y sobretodo de un colectivo vecinal que ha sabido mantener este gran tesoro a través del tiempo. Su arquitectura tradicional es reconocida desde 1981 como Bien de Interés Cultural con la categoría de Conjunto Histórico-Artístico  Nacional.

En muchas ocasiones las calles y plazas del Barrio de San Francisco de Telde han sido testigo de tertulias relacionadas con el pensamiento y la intelectualidad, donde se daban cita jóvenes inquietos, poetas, políticos, músicos, pintores y otras entidades socio-culturales del municipio  teldense.

Indudablemente, una de las de más alto rango, vienen a ser las tertulias organizadas por el poeta y dramaturgo teldense Montiano Placeres Torón, perteneciente a la denominada Escuela Lírica de Telde. Este colectivo, fundado por Julián Torón Navarro, se subirá al tren de la época de plata de los poetas grancanarios durante la primera década del siglo XX, entre los que sobresalen su hermano Saulo Torón Navarro, Fernando González, Alonso Quesada y Tomás Morales entre otros.

Es evidente que uno de los grandes tesoros del barrio viene a ser su Iglesia, que habiendo nacido como una de las primeras ermitas de Telde, fue modificada por la mano de la comunidad franciscana, transformándola en templo conventual. En su interior, se conservan numerosas imágenes, pinturas y lápidas relacionadas con la vivencia franciscana. Pero lo que verdaderamente llama la atención es su extraordinaria acústica. La Iglesia de San Francisco de Telde ha sido reclamo para muchas entidades musicales.

Cantantes de renombre, agrupaciones corales, instrumentistas de alto nivel y grandes orquestas han dado excelentes conciertos. Muchas grabaciones musicales se han realizado al zoco de sus paredes y cada año el Círculo Cultural de Telde celebra la Navidad con un concierto en este bello recinto.

Este año, la organización de las Fiestas de San Francisco de Telde quiere homenajear a la música, rindiendo un cariñoso tributo a un hijo adoptivo de la Ciudad de Telde: el maestro Juan José Falcón Sanabria, uno de los compositores contemporáneos españoles más importantes de los últimos 50 años.

El Maestro Falcón no nació en Telde de pura casualidad, ya que tanto su familia paterna como materna se encuentran enraizadas en Telde a través de  varias generaciones. Por motivos laborales, su padre Juan Falcón Suárez y su madre Josefina Sanabria Yedra se trasladaron a Las Palmas, donde nacerá en el año 1936.

Por lo tanto, repartirá su infancia y juventud entre el barrio de Vegueta, donde culmina los estudios de bachillerato en el colegio de los RR. PP. Jesuitas; el barrio de Los Llanos de Telde, donde se relacionará con la música de la familia Falcón Suárez; y por último el barrio de San Juan de Telde, donde degustará exquisita repostería elaborada magistralmente en la panadería de San Pedro, perteneciente a la familia Sanabria Yedra.

Falcón Sanabria fue un gran artista comprometido con su tiempo, dedicó su vida y su talento a la investigación y a la creación musical, mostrando su ingente labor en la docencia, la dirección coral y la composición.

Era una persona cariñosa, muy familiar, sencilla, alegre y jovial, que le gustaban nuestras anécdotas, los exquisitos dulces navideños elaborados en la panadería de su familia materna y tocar el piano con la Orquesta Falcón, formada en su mayoría por sus tíos paternos.

Le gustaba echarse un ron con una tapa de “chochos” en la “farmacia de Turno”, fumar en cachimba y venir con su coro a dar conciertos en la Iglesia San Francisco de Telde.

Su obra, que expresa los sonidos de Gran Canaria, donde se siente el mar y los volcanes, nos transmite el sentimiento de la tierra y nos deja un brillante catálogo de más de 80 composiciones, que incluyen música sinfónica, coral y de cámara, además de música para ballet, obras para voz y piano, obras para banda, piano, música cinematográfica, así como varios arreglos del cancionero tradicional canario.

Son numerosas las distinciones logradas por el Maestro Falcón, entre las  que destacan: el Premio Canarias de Bellas Artes e Interpretación, la Medalla de  Oro al Mérito de las Bellas Artes concedido por S.M. el Rey de España, el título de Doctor “Honoris Causa” por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, el Can de Plata del Cabildo de Gran Canaria y el Premio Daniel Montorio de la Sociedad General de Autores y Editores. Hijo adoptivo de la Ciudad de Telde obtuvo el primer Premio al Merito Cultural otorgado por el Círculo Cultural de Telde.

Si me lo permiten, y como colofón de este humilde homenaje, quiero terminar con una de las frases que nos dejó San Francisco:“Recuerda que cuando abandones esta tierra, no podrás llevarte contigo nada de lo que has recibido, solo lo que has dado”.

Juan José nos ha dado su gran obra. Una obra que honrará por siempre a todos los teldenses, legado que es referencia indiscutible de la Música Canaria del siglo XX y XXI.
Por último y bajo mi condición de Médico Pediatra, no quiero terminar este pregón sin manifestarles mi gran preocupación por la permanencia en nuestra sociedad de algunos grupos de riesgo que tienen sus raíces en la edad infanto- juvenil. Nunca estará de más un centro social para la juventud, donde se le informe de los peligros que le rodea, tales como la drogadicción incluyendo tabaco y alcohol, las enfermedades de transmisión sexual, los accidentes y los trastornos alimentarios.

Un centro, donde además, se fomente la cultura a través de la lectura, la música, el teatro y las artes plásticas. Que permanezca abierto como punto de formación para jóvenes teldenses e información turística, para todas aquellas personas que visiten el barrio. Un centro donde se pueda exponer y vender productos artesanales de nuestro municipio, donde se organicen visitas programadas y se custodien todos y cada uno de los monumentos histórico-­‐ artísticos que atesora este hermoso barrio. De este modo, el municipio de Telde confirmará esa interesante oferta histórico-turística, que bajo el escaparate de Internet se ofrece por todo el mundo.

Logrando estas necesidades, la solidaridad, el respeto, el trabajo y la convivencia ciudadana brotaran por sí solas.

Bajo estas premisas les invito a las Fiestas de San Francisco de Telde 2015 , recordando a todos los vecinos, al ciudadano de Telde y al visitante en general que gocen en pleno derecho del maravilloso entorno que ofrece este precioso barrio, que disfruten de todos los actos lúdicos y religiosos que se encuentran en el programa, pero que también cumplan con la normativa que todo acontecimiento popular de esta envergadura precisa.

Que aparquen su coche en los lugares asignados, que depositen la basura en los lugares convenidos, que hagan uso del alcohol con moderación y sobre todo  que cuiden este gran tesoro del municipio de Telde, cuyos vecinos han sabido mantener durante más de cinco siglos.

Acabo ofreciéndoles una sencilla canción dedicada al Barrio de San Francisco de Telde, donde mi amigo Paco Falcón Cabrera puso todo su cariño y que en su día fue interpretada por el grupo Los Garapachos hace más una treintena de años. Sean bienvenidos y disfruten de las fiestas de este año/2015 con alegría, salud y felicidad.

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