martes, 15 de abril de 2014

¿Quién puede alardear de ser justo ante el Señor? Dios conoce hasta lo más profundo de nuestra vida. A pesar de nuestras miserias, Dios no nos ha abandonado a la muerte, sino que quiere salvarnos a todos; para eso ha enviado a su propio Hijo.

El amor de Dios hacia nosotros se ha manifestado en esto: en que cuando aún éramos pecadores, envió a su propio Hijo para que diera su vida por nosotros y nos salvara.
Dios no nos ha abandonado. Al ofrecernos su perdón no sólo lo aceptamos por costumbre, sino con un corazón noble y sincero, capaz de iniciar, en adelante, una continua alabanza al nombre de Dios, hecha no sólo con los labios, sino con la vida y las obras, de tal forma que al contemplar los demás nuestras buenas obras, también ellos glorifiquen a nuestro Padre Dios, que está en los cielos.
 — conEscultor-imaginero Miguel Cordero Romero y 49 personas más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario