martes, 15 de abril de 2014

El periodista Manuel Ramón Santana, absuelto de una denuncia del geriátrico de La Garita


En la mañana de este martes de pasión, día 15 de Abril se celebró el juicio contra el comunicador teldense, Manuel Ramón Santana, por la denuncia interpuesta por la Residencia Médica Asistida de La Garita, quedando absuelto, a raíz de una denuncia por maltratos de dos residentes octogenarios, que ha derivado en unas diligencias de investigación por parte del Fiscal Provincial de Las Palmas, Guillermo García Panasco que ha ordenado dar traslado al Juzgado Decano de Telde, según reza textualmente en el apartado TERCERO de la resolución: “al deducir la posible existencia de un delito de maltrato, cometido por don José Miguel González Marrero y Mónica de la Cruz Santana . . . para que se proceda a la incoación del pertinente procedimiento penal en concepto de imputados”
.
La parte denunciante, esto es, la representación legal del geriátrico de La Garita no compareció a juicio, quedando absuelto, por falta de pruebas, así como por la incomparecencia de la representación legal de la clínica.
Tras proclamar su absolución, la magistrada le preguntó que si tenía algo que alegar, a lo que accedió Santana, para manifestar su reprobación a la representación legal de la clínica geriátrica de la Garita por la utilización torticera y maliciosa de la Justicia, en un manifiesto ataque al derecho constitucional a la libertad de expresión, con el ánimo de amedrentar e implantar terror al mensajero, que solo hacía público episodios de maltratos, que denunciaban desde la indefensión, impotencia y el dolor, dos octogenarios residentes en la clínica geriátrica de la Garita. A lo que la magistrada le recuerda que “ha sido absuelto por la Justicia”.
Santana continúa en el uso de la palabra, para solicitar que “se incorpore a las diligencias (del juicio en el que he quedado absuelto) el escrito de acusación de la fiscalía, dando lectura del apartado SEGUNDO, que textualmente dice lo siguiente: Sobre las 21:20 horas del día 18 de Abril de 2013, los auxiliares de la Residencia Médico Asistida Nuestra Señora del Mar, los denunciados, don José Miguel Gónzalez Marrero y Doña Mónica de la Cruz Santana entraron en la habitación 110 en el transcurso de la rutina de su trabajo del turno de tarde y encontraron al paciente don José León Castellano incorporado y con la intención de levantarse de la cama, razón por la que procedieron a acostarlo. Don José mostró resistencia a ser acostado y propició una patada en el pecho al denunciado don Jose Miguel, a lo que éste manifestó “¿Tu me vas a pegar a mí?” y, acto seguido y mientras la también denunciada doña Mónica de la Cruz Santana lo sujetaba, actuando ambos con clara intención de menoscabar la integridad física de don José, el denunciado le dio tres o cuatros golpes en el rostro, con la mano abierta, a la que que decia: “Al que me pega a mi y le pego”. El fiscal y la magistrada se miran fijamente (lo normal es que cuando se sale absuelto se abandona si mas la sala) y de nuevo me recuerda que he sido absuelto”.
En su alegato final, Manuel Ramón manifestó su “más enérgica repulsa hacia el geriátrico y su representación legal, más preocupado por silenciarme, que por abrir una investigación interna para derivar responsabilidades, dejando claro que la denuncia del supuesto maltrato a los dos residentes de la clínica geriátrica de La Garita se hacía por expreso deseo de los internos y sus familiares, manifestando de forma contundente tolerancia cero a cualquier a cualquier tipo de violencia. Tras una exposición de pasión de 15 minutos, la magistrada me insistió por tercer vez que me recordaba que estaba absuelto, encomiandome a que fuera resumiendo porque tenía que celebrar otros juicios, con lo que terminé mi defensa, manifestando que yo también me he sentido maltratado y vejado por esa clínica, que ha intentado sin éxito vulnerar mis derechos fundamentales, al objeto de silenciar la voz, a quién quiere dar voz, a dos indefensos octagonarios, desde el lecho del sufrimiento y el dolor, postrado en una cama articulada, una denuncia que acabó en mi caso, con la absolución en el juicio, no corriendo igual suerte el interno, Leocadio Godoy que sufrió represalias, al extremo de intentarlo expulsar de la clínica, avisando a un taxis para que se lo llevara, como se puede acreditar en un documento sonoro y audiovisual que obra en poder de telde.tv con declaraciones de la esposa del Señor Godoy, doña Reyes Rivero, (en la foto con su hijo el escritor, Juan Andrés Godoy) que no hacemos pública por expreso deseo de la familia, que las efectuó para aportarlas como prueba judicial”.
Por último, Manuel Ramón manda un mensaje alto y claro a la dirección de la clínica de La Garita para recordarles que “cualquier tipo de acción que vulneren el derecho, la dignidad y el honor del residente, Leocadio Godoy, ya sea maltrato físico o psíquico, vejación o cualquier otro tiño de persecución o venganza que sufra durante su internamiento en el geriátrico, se dará traslado a la autoridad judicial y a la consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias. Y por supuesto, tendrá su amplificación en los medios de comunicación social, que este martes de pasión ha logrado ganar una nueva batalla, la de libertad de expresión, en sede judicial”.
(*) Fuente: Telde.

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