domingo, 30 de diciembre de 2012

Suspenso a los políticos.



Cierto, lo han hecho muy mal. Si recorremos el año que termina, veremos que el resultado, no puede ser peor. El examen consiste en ver la sociedad, en sentido social, político y económico. Y no hace falta ser uno investigador de nada, sino ver y contar, escribir y reflexionar, sobre el mundo que vivimos o el trozo de planeta
que habitamos. Si hacemos un recorrido de 365 días, solo encontraremos crisis, que de ellos ha devenido (aunque venía de atrás, pero es lo mismo). El cambio ha sido tan brutal desde algunos años a la fecha, que todo se tambalea. Ya nada se proyecta, como que han tirado la toalla, y nadie aporta solución, nada se hace, nada se prepara, nada se construye. Vamos a al deriva. Solo crece la pobreza, y a más cada día, sin freno. La educación, ha desaparecido, nos asilvestramos. No tenemos trabajo, y los inmigrantes no dejan de venir, a no hacer nada. El estado no cumple; los gobiernos, tampoco. Ya todo es ciudad, sin campo. Se gastan dinerales en grandísimas obras que nadie demanda, sino que ellos las imponen a la fuerza, y sin más, ¡cállese, usted! El campo se desmorona, como las paredes de sus cercados o cadenas, que se caen. La corrupción es generalizada, como algo oficial e imprescindible; se cuenta con ella, se administra con ella, se vive con ella, ella lo impera todo, lo impregna y lo pringa todo. De la banca más vale no hablar, porque sería para decirles de lo último: criminales, ladrones, abusadores, inhumanos, sucios, cerdos..., se vive hipotecado. A los jóvenes cerebros, se les cierran las puertas. Todo ha sido (incluido los Gobiernos), pedir préstamos, y ahora..., ¿cómo lo devuelven?, ¡con la casa, y a la calle o desahucio! Y todo fue construir, sin necesidad, y sin control. Hasta que reventó la cosa. Ciegos, no vieron venir la crisis, que se les echaba y se nos echaba encima, sin remedio. En cuanto al futuro –nos engañan- largo nos lo fían (muchos no verán el fin). Y estamos retrocediendo a niveles del siglo pasado, reculamos, y vamos sin freno. No se ve salida. Dicen la solución pasa por darle dinero a los Bancos (?). Nada se produce. Todo lo compramos de fuera. No se actúa a escala de isla o islas (nada se cultiva, ni animales se cuidan). Esa es la cusa del desastre, de la ruina y del hambre. No tenemos granjas, ni producción agrícola, todo se consume de muy lejos, nada del lugar. No hay economía. La palabra independencia es término maldito, que nadie pronuncia. Todos hablan de ecología, turismo y miedoambiente, y ya no sigo (para no cansar a nadie, ni contagiarle de más pesimismo).



El Padre Báez.

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