sábado, 26 de noviembre de 2011

HOMENAJE A LA POETA CANARIA PINO BLANCO JARDÍN EN LA CASA MUSEO LEÓN Y CASTILLO DE TELDE

por Jesús Ruiz Mesa

Momento del acto
Foto: Jesús Ruiz Mesa

“Silencio, te amo y te necesito, mi callado silencio; no, el del perfil oscuro como sombras del miedo. Sí, un silencio claro creador y halagüeño de pensar en voz alta y recitar versos y susurrar te quiero…….casi como un secreto”. Con estos versos del poema Amado Silencio, comienza uno de los poemas de la poeta canaria, Da. Pino Blanco Jardín, homenajeada en un entrañable acto biográfico, poético,  que en la noche del jueves 24  le fue dedicado a su persona, obra y vida, en el salón de actos de la Casa Museo León y Castillo de Telde.
Bajo los acordes del timple de Nino Jiménez que inicia este acto, cuya apertura y bienvenida expresada por el Director de la Casa Museo León y Castillo, Cronista Oficial de Telde, D. Antonio María González Padrón que dedica unas palabras a la poeta: “Esto promete ser una noche inolvidable, como debe ser porque coincidimos todos en este homenaje a una mujer entrañable como es Pino Blanco Jardín, alguien ha dicho que su vida ya es pura poesía y literatura en grandes proporciones brindadas por el Creador, como denominador común mucho amor, amor a los suyos, a la literatura, amor a la tierra, y eso se deja ver en su obra poética.
De los recuerdos que tengo sobre Da. Pino Blanco es una casa al borde de la playa, entre el Muelle Chico y el Muelle Grande y una habitación semicircular que se asomaba sobre el Atlántico. Pino Blanco es una grancanaria nacida en Sardina del Sur, tal vez de forma accidental, como accidental fue que llegase al barrio de Los Llanos y se estableciese un tiempo en la calle Ruiz. Lo que no fue tan accidental es que veranease desde su más tierna infancia en la playa de Las Salinetas, donde sigue acudiendo cada año. Ella ha escrito prácticamente de toda la vida y en los sitios más raros. Recuerdo que una vez me leyó un poema escrito sobre un papel envoltorio de chocolatina, otras veces dando la vuelta al papel de la compra o donde surgiera la inspiración. Porque cuando le venía lo que Santa Teresa expresa, el arrebato místico, poético, había que buscar algo rápidamente para dejarlo ahí, para toda la vida. Recuerdo los días en que empezamos a reafirmar nuestra amistad, que anteriormente venía de familia y después cómo un día recorrimos las calles serpenteantes de San Francisco, en el primer recorrido histórico artístico que se hizo a ese barrio, y ya van casi 30 ediciones de estos recorridos, y ella nos declamó varias obras, una dedicada a la mantilla canaria, otra a su madre, y al paisaje que ella veía desde su casa de Salinetas, mirando hacia el interior de la isla, el paisaje que ella confiesa que “con el alma quiere”.
Esta mujer que es capaz de explicar con sencillas, pero sentidas palabras la belleza de las cosas y de los sentimientos, esas sensaciones que Julio Pérez Tejera e Ildefonso Rodríguez Ramírez van a rescatar para nosotros, no del olvido porque nunca ha sido olvidada, la Ciudad de Telde además en un gesto que le honra a la ciudad le dedicó una de sus calles para que las nuevas generaciones supieran que Pino Blanco Jardín es importante dentro de la literatura insular, pero para la ciudad de Telde como ciudadana y vecina de la misma, y nos han traído estas imágenes, algo como el néctar de Pino Blanco, como el buen perfume elegidos de aromas , los poetas son los elegidos de los dioses para explicar en pocas líneas todo un mundo de sensibilidades, tenemos que enorgullecernos de estar en una ciudad de poetas, Telde una ciudad de poetas, a Telde se le ha conocido a lo largo de la historia por muchas cosas, pero sí se le ha conocido por ser patria de poetas. Esta Casa Museo, como saben ustedes, es la casa de un poeta como fue Montiano Placeres Torón y hoy se congratula porque todos los amigos de Da. Pino Blanco estemos aquí para escuchar, aprender cosas que tienen que ver con su vida, con su obra, y unos amigos y amigas, poetas, puedan decirle a Pino esa frase que ahora se oye tanto: Tú sí que vales. Muchas Gracias”.
Finalizada la intervención de D. Antonio María González Padrón, se procede a la presentación y proyección del video elaborado por el poeta y escritor, Julio Pérez Tejera, alma mater de este acto que da voz en la narrativa biográfica, inicia su intervención con una preciosa metáfora la razón de la poesía y sus cautivos: “La poesía es una mariposa esquiva y los poetas son sus cazadores, pero al contrario de las que se disecan y exponen en una vitrina, ésta vuelve a la vida si alguien posa los ojos o pone el oído en el poema, en esa frágil osamenta de palabras que sustenta a ese lepidóptero, que cuando consigue tocarnos el corazón puede revolotear a nuestro alrededor y acompañarnos a veces durante años y en ocasiones toda la vida. Si el poeta logra atrapar una de las más bellas, esta, incluso le sobrevive, si eso ocurre, ya no se sabrá quién ha cazado a quién, porque el pretendido captor podría quedar prendido a ella para la eternidad. El audiovisual que presentamos a continuación recoge algunas de las mariposas de Pino Blanco, acompañadas de música y fotografías, realizado desde el cariño y la admiración que despierta esa mezcla de dulzura y firmeza de sus gestos y de su sencilla palabra. Con el montaje minucioso de Ildefonso Rodríguez Ramírez, que es también autor junto con Anselmo Marrero Tejera y Juan Ramírez Santana de la mayor parte de las fotografías. Los poemas recitados por la propia autora y el guión y locución de un servidor. Agradecer a los Concejales Da. Gloria Cabrera y  D. Héctor Suárez su presencia en el acto, a D, Antonio María González,  por sus palabras y tener siempre abiertas las puertas para nosotros, y al profesor D. Sebastián Ramírez Monzón por habernos facilitado los estudios de la emisora de radio del Colegio Amelia Vega para la grabación de este trabajo. A la familia de Da. Pino Blanco, especialmente a su hija Clara, que nos ha prestado una valiosa ayuda y a todos ustedes por su presencia. Muchas gracias a todos y vamos a ver el audiovisual: Pino Blanco Jardín, Poeta”.
Un trabajo audiovisual que sorprendió a todos por la exquisita elección de las obras poéticas presentadas y las excelentes fotografías elegidas para permitirnos entrar un poco en la vida, experiencias y tiempo dedicado a la expresión poética, motivos de inspiración, familia, amigos, los paisajes humanos, la isla, el mar, el Sahara, anclados en el corazón de Pino Blanco Jardín, en una visión de la personalidad de la poeta y que nos ha llevado a entender mejor y viajar por su extensa obra literaria, el verso, el poema y su constante sentir desde lo más profundo del corazón, desde su niñez, hasta su madurez, los sentidos y vividos momentos que la vida le ha brindado, los buenos y los menos buenos, la mirada sobre el mar, tras las nubes que viajan de norte a sur, el olor de los campos, el silencio y el ruido, la intimidad y el ave que revolotea en su alma,  lo efímero y lo infinito, la vida y la muerte, la noche y el día, la esperanza y la duda, todas las sensaciones atrapadas en su larga vida, llevados al verso para contarlo y hacernos, a todos los que en esta noche le ofrecemos este homenaje, vibrar con ella recitando o escuchando sus versos de su propia voz, corazón y alma.
Una obra editada en cuatro libros, una publicación colectiva, Alborada Poética. Vivencias, prólogo de Chona Madera e ilustraciones de Diego Pastrana. Mi corazón en el tiempo. La sencilla palabra, con ilustraciones de su nieto José Juan Rodríguez Marrero. Finalizada la proyección del video, se procede a un recitado de poemas de la producción de Pino Blanco a cargo de poetas que dedicaron a la autora los mejores deseos, felicitaciones y el placer de seguir contando con ella para vivir sus poemas. Julio Pérez Tejera recita, Bandada de gaviotas. La poeta Guadalupe Santana recita, Recuerdos de ayer. Jesús Ruiz Mesa,  servidor de ustedes, Amado Silencio. María Jesús Lozano, La Soledad. Pino Monzón Padrón, Renacer. Pino Naranjo, Maternidad. Pepa Aurora, Inspiración.
Pino Blanco Jardín, emocionada y agradecida a todos por este homenaje, ante el público asistente y familiares, expresa su alegría y reconocimiento hacia su persona y obra, envía a todos, a golpes de corazón, su agradecimiento con todo el amor que  es capaz de dar,   recita un poema inédito: Mar de la Vida: “Tú eres en la noche manantial de mis sueños, de donde se alimentan las palabras del verso. En esta singladura sin final ni comienzo, donde crujen las jarcias de mi viejo velero que un día blancas velas desplegaron al viento, plenas de fantasías hacia los mares cálidos del amor y el ensueño. A veces las borrascas sacudieron sus lienzos y algunos desgarrones le dejaron maltrecho, pero siempre en la proa como fiel marinero siguió amante en la mar de espuma en sus senderos, hasta que en una playa encalle mi velero y el maderamen roto lo dispersen las olas y se pierda en el tiempo”.
Finaliza el acto con la intervención de Nino Jiménez, timplista y folclorista, que durante toda la velada ha acompañado el recitado de todos los poemas con la interpretación de numerosas composiciones  canarias y para finalizar nos dedica un vals criollo. Una cita con los versos, con la palabra y la sensibilidad  de la obra poética de Pino Blanco Jardín que en las estancias de la Casa Museo nos hizo vibrar y volar a través de las ensoñaciones, experiencias, realidades y visiones literarias de su obra, de su propia vida. Una noche mágica para recordar siempre en el homenaje a su persona y obra. Muchas Gracias. 
Jesús Ruiz Mesa, colaborador cultural Telde, 25 de noviembre 2011

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